domingo, 30 de noviembre de 2008

LA COLECTIVIDAD ARMENIA DE BUENOS AIRES SE MOVILIZÓ RECORDANDO Y RECLAMANDO

El jueves 24 de Abril de 2008 la colectividad armenia de Buenos Aires organizó, de manera unitaria, los actos conmemorativos centrales del 93 Aniversario del Genocidio de Armenios, planificado y perpetrado por las autoridades del Imperio Otomano y continuada a través de las décadas por la política negacionista y tergiversadora de la realidad de las sucesivas autoridades de Turquía.
A las 9 hs., en la Catedral Armenia San Gregorio el Iluminador, el Arzobispo Kissag Mouradian, Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, ofició la misa de recordación de las víctimas del genocidio. Posteriormente, dirigentes de las instituciones armenias colocaron una ofrenda floral en el Monumento a los Mártires Abrileanos, erigido en el jardín de entrada de la Catedral.
A las 11.30 horas, la Catedral Metropolitana estaba colmada y dio comienzo el oficio religioso a cargo del Arzobispo Kissag Mouradian y los padres Ieghishé, Mesrob y Mashdots de la Iglesia Apostólica Armenia; y de Monseñor Vartán Boghossian y el Vartabed Pablo Hekimian de la Iglesia Católica Armenia. También se ubicaron en el altar los pastores Daniel Yelanguezian, Juan Ekizian, Jorge Kevorkian y Julio Kaukian; el Obispo Auxiliar Monseñor Benítez de Astul y Monseñor Villa.
Durante el responso se recordó a todas las personas que cayeron como consecuencia de la violencia generada por el propio hombre y se honró la memoria del millón y medio de víctimas del genocidio de armenios.
Finalizada la misa se dirigió a los presentes el Subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Helio Rebot, quien entre otras cosas puntualizó: «A casi un siglo de ocurrido este genocidio, ese crimen de lesa humanidad continúa sin ser reconocido por el gobierno turco. Sin embargo, la humanidad toda sabe que hasta que llegue ese día, esta demanda no tendrá descanso».
Siendo las 12.30 horas la multitud abandonó la Catedral Metropolitana, se encolumnó sobre la diagonal Pte. Roque Sáenz Peña y comenzó la Marcha de silencio por la calle Florida hacia la Plaza General San Martín, donde se llevaría a cabo el acto central.
Aproximadamente 2.000 personas, entre ellos alumnos, docentes y directivos de todos lo establecimientos escolares armenios, avanzaron encabezadas por el Arzobispo Kissag Mouradian, el Embajador de Armenia, Vladimir Karmirshalian, y dirigentes de todas las instituciones comunitarias. Delante de ellos, un cartel que decía: «1.500.000 de armenios masacrados por Turquía-Genocidio-Exigimos Justicia-Comunidad Armenia de la República Argentina».
Mientras se avanzaba por la arteria peatonal alumnos de las escuelas armenias repartían entre los peatones un volante único elaborado por ellos mismos, que sirvió para que todos se interiorizaran de los motivos de la marcha y del reclamo.
En la Plaza San Martín, los presentes rodearon el Monumento al Libertador por detrás del cordón formado por las integrantes de los 3 grupos scouts armenios (Ararat, San Vartán y Antranig).
Ofició como conductora Laura Yorghandjian, quien luego de pronunciar las palabras de bienvenida, invitó a los presentes a entonar las estrofas de los Himnos Nacionales de Argentina y Armenia. Acto seguido, hizo lectura de la declaración pública suscripta por todas las entidades de la comunidad.
A continuación, el Embajador de la República de Armenia, Vladimir Karmirshalian, acompañado por el Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, Arzobispo Kissag Mouradian, y por Monseñor Vartán Boghossian, de la Iglesia Católica Armenia, avanzaron por el pasillo formado por los scout hacia el Monumento al Libertador General José de San Martín, donde colocaron una ofrenda floral mientras los granaderos efectuaban el toque de clarín y los presentes guardaban un minuto de silencio.
El Embajador Karmirshalian realizó el mesaje de apertura del acto y entre los importantes conceptos vertidos, destacó: «...Turquía no puede seguir siendo prácticamente el único país que no quire reconociliarse con su pasado y sigue negando como política de estado los hechos aberrantes protagonizados por regímenes abyectos, que han sido condenados por la opinión pública mundial. Los armenios constituían una de las minorías más grandes del Imperio Otomano. ¿Qué pasó con ellos? ¿Ocurrió algo terrible, o nuestros abuelos y abuelas coincidieron en crear historias imaginarias? ¿Dónde están los descendientes de los armenios que construyeron centenares de iglesias y monasterios, cuyas ruinas aún están en Turquía y todas aquellas de las que ya no quedan ni rastros, salvo en los libros y los testimonios de la época? ¿Los relatos del Embajador Henry Morgenthau son simplemente una mentira? ¿Por qué se convocó a un tribunal militar al final de la Primera Guerra Mundial, que juzgó y halló culpables a los dirigentes de la Turquía Otomana de ordenar la ejecución masiva de los armenios? ¿Cómo pueden explicarse miles y miles de hojas en los anales oficiales de una docena de países que documentaron los planes de exterminio de la población armenia del Imperio Otomano?».
Posteriormente, el diplomático armenio subrayó la permanente solidaridad y adhesión manifestadas por el pueblo y las autoridades nacionales a lo largo de las décadas para con los reclamos del pueblo armenio, recordó las recientes leyes y las numerosas resoluciones y declaraciones aprobadas, y expresó el eterno agradecimiento del pueblo armenio para con la Argentina y los argentinos.
A continuación se dirigió a los presentes el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Dr. Luis Eduardo Duhalde (foto).
Cerró la lista de oradores el actual Auditor General de la Nación, Dr. Leandro Despouy, un destacado jurista y defensor de los derechos humanos, consultor de Naciones Unidas y persona íntimamente ligado a la actividad por el reconocimiento del Genocidio de Armenios, ya que participó en la histórica sesión de la Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU cuando se decidió calificar como GENOCIDIO la matanza masiva de armenios en el Imperio Otomano.
Entre otras cosas, el Dr. Despouy señaló: «...Tuve el privilegio de participar en esas secuencias tormentosas de la vida internacional donde por primera vez la palabra armenio pudo ir acompañada de la palabra genocidio. Hoy, después de una sucesión de reconocimientos, entre los cuales se incluye nuestro país, que ha hecho una política de estado del tema del reconocimiento del genocidio, nosotros queremos decirles que también su valentía, también su constancia nos ha servido a nosotros, los argentinos, para asumir con valentía la reconstrucción de la verdad y para no sepultar en el pasado los momentos traumáticos y aberrantes de nuestra sociedad...».
El cierrre del acto correspondió al Arzobispo Kissag Mouradian y a Monseñor Vartán Boghossian, quienes invitaron a los presentes a rezar el hair mer.

miércoles, 20 de febrero de 2008

MASIVA CELEBRACION DEL ANIVERSARIO DE LA ARMENIA SOVIETICA EN LA CASA DE LA CULTURA ARMENIA

Alrededor de 200 personas colmaron el salón de la nueva sede social de la Unión Cultural Armenia para celebrar el 87º Aniversario de la creación de la República Socialista Soviética de Armenia.
La Vicepresidenta de la institución, compañera Adriana Kasbarian -foto 1-, dio la bienvenida a los presentes y luego de realizar una breve intervención, invitó a hacer uso de la palabra al Presidente de la Unión Cultural Armenia, compañero Adrián Lomlomdjian -foto 2-(intervención completa a continuación).
Seguidamente, fue invitado al escenario el compañero Samo Sarkissian -foto 3-, Presidente de la UCA Sharyum, quien trajo el saludo del Partido Socialdemócrata Hnchakian y puntualizó: "Existe una corriente de pensamiento que desde la misma caída de la Armenia Soviética, pretende hacernos avergonzar de aquel proceso de 70 años. ¡Pero jamás lo lograrán! Nosotros crecimos y estamos orgullosos del 29 de Noviembre de 1920, de la Armenia Soviética y siempre festejaremos esta fecha patria".
A continuación fue invitado a hacer uso de la palabra el Primer Secretario del Partido Comunista de Argentina, Patricio Echegaray -foto 4-, quien agradeció la invitación, saludó a los oradores que lo antecedieron en la palabra y continuó diciendo: «Los felicito por todo, por los conjuntos infantiles y mayores de danzas armenias, por las actividades culturales y sociales que realizan. Y queremos, sobre todo, saludarlos y felicitarlos por dos cosas. Por este logro tan importante de que los nombre de los 22 jóvenes de origen armenio detenidos-desaparecidos y asesinados durante la dictadura puedan quedar grabados para siempre en las murallas de la Catedral Armenia; y felicitarlos especialmente por dedicarle este momento, este encuentro a la conmemoración del 29 de Noviembre, es decir, a la celebración de la revolución socialista en Armenia, que está íntima e indisolublemente ligada a ese otro acontecimiento mayor, que estuvo tan bien comentado por los compañeros Adrián y Samo, que es la Revolución Socialista de Octubre en Rusia, de la que hace pocas semanas se conmemoraron los 90 años». Y agregó: «La Revolución Socialista de Octubre es la piedra de toque de la formación de la cultura revolucionaria moderna. Y nosotros, parafraseando algo que se dijo acá, no sentimos vergüenza como pretenden que sintamos todo tipo de fascistas, de socialdemócratas de derecha, todo tipo de sector político que se entregó a los brazos del neoliberalismo y la globalización después de la derrota transitoria de 1990. Al contrario, nos sentimos orgullosos de tener nuestras raíces en la Revolución de Octubre que liquidó al imperio zarista, terminó con el poder capitalsta por primera vez en la historia de la humanidad y abrió una nueva época que sigue estando viva en el mundo. La época del tránsito, a escala mundial, de las sociedades de la explotación, de la última sociedad de explotación, el capitalismo, hacia una sociedad superadora, sin que exista la explotación del hombre por el hombre, que es la sociedad socialista».
A continuación, el Echegaray profundizó sobre los logros de la Revolución de Octubre, no sólo para los pueblos soviéticos, sino para la humanidad toda. Enumeró los beneficios disfrutados por décadas en toda la URSS y también los cambios que se sucedieron a escala mundial debido a la enorme influencia que ejercía aquel estado de obreros y campesinos.
Seguidamente, Echegaray dedicó su intervención a la situación internacional actual, centrando la misma en nuestra Latinoamérica, donde aseguró "que se lleva a cabo una contraofensiva popular contra los planes del imperialismo y la derecha internacional".
Para finalizar, el líder del PC argentino enfatizó: «Nosotros debemos rescatar el espíritu de la Revolución de Octubre y avanzar a cumplir las grandes tareas pendientes que tiene la sociedad progresista en Argentina, de la cual, compañeros, la Unión Cultural Armenia es una de sus organizaciones que los honra a ustedes, que honra la cultura progresista en nuestro país y nos honra a todos quiienes nos sentimos amigos de vuestro trabajo».
Para finalizar, la compañera Adriana Kasbarian agradeció a los oradores y al público presente, invitándolos a ponerse de pie para clausurar esta celebración con la entonación de las estrofas del Himno Nacional de la Armenia Soviética. El "Sovedagan Azad Ashkharh Haiastan..." emocionó a todos.

"SEGUIMOS LUCHANDO POR LA NUEVA SOCIEDAD"

Intervención del compañero Adrián Lomlomdjian, Presidente de la Unión Cultural Armenia, durante la celebración del 87º Aniversario de la República Socialista Soviética de Armenia

Hoy, queridas compañeras y compañeros, amigas y amigos, nos hemos reunido una vez más en nuestra nueva sede social y realmente nos sentimos muy agradecidos por su presencia aquí, por acompañarnos una vez más, como lo han hecho siempre y como estamos seguros que lo seguirán haciendo.
Pero este encuentro tiene otro significado, adquiere destacada trascendencia, diría casi fundamental, ya que nos hemos reunido aquí para celebrar un nuevo aniversario, el 87º, del triunfo de la revolución soviética en Armenia. De aquel inolvidable día, imborrable, histórico, en el que el pueblo armenio puso marcha a una de sus obras sublimes como nación: la construcción de la sociedad socialista. Por ello, quienes formamos parte de esta institución -que a lo largo de sus más de 80 años de historia jamás dudó de sus convicciones, principios y objetivos- creemos que es, ésta, la fecha fundamental que debe reunirnos y movilizarnos a todos quienes, más allá de pertenencias partidarias determinadas, estamos convencidos y luchamos por hacer realidad aquellos mismos ideales y objetivos por los cuales lucharon los hacedores del 29 de Noviembre de 1920.
Como podrán apreciar, compañeros y amigos, Armenia fue uno de los primeros países en comenzar a transformar la utopía en realidad, en tratar de concretar aquellos sueños libertarios y de justicia que a lo largo de los siglos movilizaron a lo más avanzado de la humanidad, en convertir en propiedad de todos y para beneficio de todos los bienes generados por el conjunto de su sociedad.
Hagamos un poco de historia. ¿Cómo era la situación en aquellos años?
Armenia, la tierra de nuestros antepasados, y su pueblo fueron atravesando por los vaivenes del desarrollo de la sociedad humana, muchas veces, sino las más, llevando la peor parte: persecución nacional y religiosa, ocupación de sus territorios, saqueo de sus pertenencias personales, destrucción de su riquísimo y milenario patrimonio histórico-cultural, ausencia de un Estado nacional que aglutine a todo un pueblo diseminado por distintas regiones y países, carencia de un proyecto de liberación nacional y social que unifique a las distintas corrientes político-partidarias en lucha. Así, a grandes rasgos, ingresaba el pueblo armenio al siglo XX, con sus territorios históricos divididos y sometidos (Armenia Oriental bajo dominio zarista y Armenia Occidental bajo dominio turco-otomano) y con la esperanza de hacer realidad sus sueños libertarios.
Pero en la Armenia sojuzgada por Turquía, donde las matanzas ya eran una práctica sistemática de las sucesivas autoridades otomanas, se llevó a cabo el siniestro plan genocida ideado y perpetrado por los Jóvenes Turcos, donde no sólo perecieron salvajemente más de un millón y medio de nuestros antepasados, sino también fueron definitivamente usurpados nuestros territorios, nuestro patrimonio cultural y nuestras pertenencias. Y todo ésto, ante la complicidad de las potencias occidentales, que nada hicieron más que hacer llegar sus lamentaciones cubiertas con "lágrimas de cocodrilo"...
El triunfo de la Revolución Socialista de Octubre en Rusia abrió las puertas de la esperanza a toda la humanidad, y entre ellos, a nuestro mortalmente herido pueblo armenio, que venía de padecer el peor de los crímenes: la muerte, el despojo y el desarraigo de sus tierras ancestrales.
Claro que nada sería sencillo, ya que a los miles de hijos del pueblo armenio que desde hacía años se habían sumado al movimiento revolucionario de toda Rusia, se contraponían aquellos que a pesar de la trágica realidad sufrida, seguían confiando en las promesas de las potencias occidentales y se mantenían gustosos como "utensillos" en sus manos, como elementos contrarrevolucionarios al servicio de sus amos imperiales.
El decreto de Lenin a la libre autodeterminación de los pueblos (muestra de los magnos y humanitarios ideales que guiaron el accionar del nuevo gobierno socialista) permitió a las fuerzas reaccionarias del Cáucaso a tomar la decisión de separar la región de Rusia, de formar una Federación Transcaucásica que luego daría lugar, bajo presión turca y europea occidental, a la creación de 3 repúblicas: Armenia, Georgia y Azerbeidján.
Claro, hoy, a la distancia y alejados de aquellos acontecimientos históricos, damos nuestros pareceres sobre aquella república nacida el 28 de Mayo de 1918. Y todos saben que nuestra opinión no es nada favorable. Pero hay una realidad incontrastable e innegable, fundamental para el posterior desarrollo de la nación armenia: luego de más de seis siglos, el pueblo armenio volvió a tener una entidad estatal nacional que lo aglutine. Podemos discutir cómo nació y se desarrolló esa República. Y lo haremos siempre, ya que en esas discusiones se fortalecen conceptos, se profundizan conocimientos y se fijan posiciones.
Pero jamás podríamos negar ese acontecimiento, porque en esa pequeña porción de territorio, allí donde durante 2 años gobernaron la ineficacia, el autoritarismo, el bandolerismo de los mauseristas, las directivas de los consejeros imperiales, en definitiva, donde gobernó la traición a los genuinos intereses del pueblo armenio, allí se estableció el gobierno soviético armenio, allí comenzó nuestro pueblo a escribir una de las páginas más brillantes de su milenaria historia.
La sovietizada República de Armenia recibió una pesada herencia del gobierno anterior. La situación en el país era por demás crítica. Había más de 200 mil refugiados -llegados en su mayoría de la Armenia Occidental- y 50 mil huérfanos. El hambre y las epidemias pululaban en cada rincón del suelo patrio. Alexandropol (Leninakán) seguía ocupada por las fuerzas turcas y la región neutral de Lorí fue ocupada por las fuerzas contrarre-volucionarias mencheviques georgianas, que bloqueaban el paso de mercaderías desde la Azerbeidján Soviética hacia Armenia.
Las primeras medidas del Comité Revolucionario de Armenia fueron la nacionalización de la tierra y su producción, de los bosques, ríos, grandes industrias, ferrocarriles y bancos. Se impuso por ley la jornada de 8 horas de trabajo; la comercialización del pan quedó en manos del Estado; se transformó el sistema educativo del país; comenzó a funcionar el primer establecimiento de enseñanza superior, la Universidad Estatal de Ereván; la Iglesia fue separada del Estado y las escuelas de la Iglesia. Se organizó el Ejército Rojo de Armenia.
En Diciembre de 1920 Lenín recibió a los miembros del Comité Revolucionario de Armenia, Ter Gabrielian y Mra-vian, por intermedio de quienes se interiorizó acerca de la situación de la Madre Patria. Inmediatamente posterior a este encuentro, el 13 de Diciembre, el Soviet de Comisarios Populares de la Rusia Soviética analiza la cuestión y debate la forma de colaborar con Armenia, resolviendo enviar una ayuda económica de 3.000 millones de rublos, que llega al país antes de que finalizara el año. Asimismo, Rusia envía trigo, alimentos y otros materiales. Desde la Azerbeidján Soviética la solidaridad se expresa con el envío de petróleo y sus derivados, y alimentos.
En medio de esta situación, cuando aún el nuevo gobierno estaba en pleno proceso de organizar la reconstrucción del país, las autoridades tashnagtsagán que ya habían sido desalojadas del poder, firmaban con los genocidas turcos el tristemente célebre Tratado de Alexandropol, con el que intentaron atar de pies y manos al gobierno revolucionario. No conformes con ello, dos de sus máximos dirigentes, que habían sido elegidos para integrar el gobierno soviético, dedicaron su tiempo para planear y perpetrar la aventura contrarrevolucionaria iniciada el 18 de Febrero de 1921 y que aún hoy día, esta fuerza política armenia que integra la Internacional Socialista, reivindica como el "primer levantamiento popular contra la tiranía bolchevique". En un par de meses, la aventura llegó a su fin, ya que las fuerzas del Ejército Rojo armenio y los batallones de voluntarios echaron literalmente del país al tashnagtsutiún. Lástima que no pudieron recuperar todo el dinero existente en las arcas del Banco Nacional de Armenia, que los dirigentes tashnag se llevaron con ellos en su huída.
Aquí, y dirigido por uno de sus hijos dilectos y una de las máximas personalidades políticas de la armenidad, el comunista Alexander Miasnikian, el pueblo armenio comienza la etapa de reconstrucción del país que, en un período total de 70 años, transformó aquella desgraciada aldea de 700 mil habitantes en una república pujante con más de 3.500.000 de habitantes, con una capital que pasó a ser una de las más bellas del planeta; con una industria cuyos productos se importaban a más de 120 países; con universidades a donde concurrían a estudiar estudiantes de todo el mundo; con un desarrollo científico, técnico, cultural y artístico que pasados los años cuesta creer que haya sido posible, y que algunos siguen denominándolo "un milagro hecho posible por la capacidad del pueblo armenio". Y todo, a pesar de que en pleno proceso de reconstrucción estalló la Segunda Guerra Mundial, con las ya terribles y conocidas consecuencias para la humanidad toda, pero principalmente para el heroico pueblo soviético, quien cargó con el mayor de pesos en la lucha antifascista y a quien le caben las honras eternas por la victoria conseguida.
Y aquí permítanme disentir con quienes piensan en "milagros" y en "ciertas supremacías y capacidades especiales de los armenios". Lo que ocurrió, todo aquello de lo que aún día nos seguimos enorgulleciendo, es sencillamente los logros de la reconstrucción socialista de un país, en este caso, de Armenia. Durante 7 décadas todo lo producido era para beneficio y disfrute de todos; la preocupación de todos era lograr el bienestar de todos; había objetivos nacionales y toda la sociedad en conjunto se ponía a disposición del cumplimiento de los mismos; los que demostraban ser dignos representantes de sus comunidades eran elegidos como sus representantes a los distintos órganos de poder; los sobresalientes en las distintas esferas eran reconocidos y transformados en ejemplo para la construcción de la nueva sociedad. Allí, y hablamos de Armenia porque es el proceso que mejor y más en profundidad conocemos, quedó claramente demostrado qué es posible en una sociedad socialista y qué, en el capitalismo (aunque este último lo padecemos desde siempre en nuestra patria Argentina). Del 18 al 20, un período muy corto, y principalmente a partir de 1990 hasta nuestros días, el capitalismo ha sumido al pueblo armenio en la miseria, la desocupación, el desarraigo, el analfabetismo, el sálvese quién pueda, en la lucha por la supervivencia de muchos y en el disfrute ilimitado de unos pocos.
Queda claro, demasiado claro, porqué sigue siendo el 29 de Noviembre de 1920 la fecha fundamental a ser celebrada por la armenidad toda. Ese día, culminaba victoriosa (al menos en esa etapa) la lucha del pueblo armenio por su liberación nacional y social y se ponían los sólidos cimientos que garantizar la existencia misma del pueblo armenio y la transformación de aquel territorio en Madre Patria de todos los armenios.
Hasta aquí la historia, algunos pormenores y las razones de esta celebración. Pero debemos ir más allá y llegar a nuestros días y a nuestro país, aquí, a decenas de miles de kilómetros de la Madre Patria, donde logramos mantener nuestras convicciones a pesar de muros caídos, de traiciones consumadas y de permanentes intentos de hacernos arriar nuestras históricas banderas.
Compañeros, hemos pasado años duros y difíciles a lo largo de estos más de ochenta años. Algunos, los más, provocados por los sucesivos gobiernos de facto que gobernaron nuestro país y que sometieron a crueles represiones y persecuciones a lo que conocemos como campo popular y del que formamos parte. Pero estos últimos, compañeros, los que sucedieron a la desaparición de la URSS y de la Armenia Soviética fueron distintos, ya que además de ser algo inesperado y para lo cual no estábamos preparados, dio nacimiento a un contexto internacional, nacional y comunitario por demás desfavorable para nosotros. Pero supimos mantener firme el barco y más, crecimos y avanzamos, avanzamos a pesar de los escollos que iban apareciendo en el camino. Los más grandes cumplieron el rol de sostener sobre sus hombros lo que muchos pensaban que se derrumbaría; los jóvenes fuimos transformándonos en dirigentes conviviendo permanentemente con nuevos desafíos y superando incluso nuestros propios errores; los más chicos crecieron de golpe y se transformaron en los nuevos dirigentes. Y hoy nos tienen aquí, en este presente que nos enorgullece, pero que jamás nos permitiría decir "tarea cumplida".
Logramos llevar el Conjunto KAIANE a Armenia para celebrar sus 40 años; los infantiles han alcanzado un gran nivel y hoy ofrecemos 2 festivales anuales ante la presencia de más de 1700 personas entre ambos; volvimos a editar nuestro periódico "Nor Seván" y mes a mes llevamos a más de un millar de hogares nuestras ideas y quehaceres institucionales; sábado tras sábado miles de conna-cionales escuchan nuestras opiniones a través de "La Voz Armenia"; nuestros madagh, homenaje a las víctimas del genocidio y a quienes cayeron combatiendo al fascismo en la Segunda Guerra Mundial, convocan a centenares de personas año tras año; con las Menciones Simón "Mazun" Yogourtjian y Arturo Kouyoumdzian rendimos tributo a los militantes comunitarios y a quienes hasn dejado huellas en la actividad artístico-cultural; hemos adquirido nuestra nueva sede social y de a poco la estamos transformando en el sitio adecuando para la realización de nuestra intensa actividad y la de las organizaciones hermanas; fueron reorganizadas nuestras comisiones de mujeres, de jóvenes y del Kaiané; hemos vuelto a ocupar un lugar de importancia en el seno interinstitucional comunitario y nuestra opinión tiene peso al momento de tomar definiciones; homenajeamos a los desaparecidos de origen armenio con un acto histórico realizado en nuestra vieja sede de Scalabrini Ortiz y luego de mucho batallar contribuimos de manera decisiva al homenaje comunitario realizado el pasado 11 de Noviembre y hoy, para siempre, los nombres de las víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina, los de nuestros compañeros y compañeras, quedarán grabados en la fachada de la Catedral Armenia San Gregorio el Iluminador. Podría seguir varias horas más contándoles sobre nuestros logros, sobre la visita del Secretario del PC de Armenia Ser-guei Badalian, sobre las actua-ciones de Babín Boghossian, sobre los viajes de nuestros jóvenes a los Festivales Mundiales de la Juventud en la heroica Cuba Socialista y en la República Bolivariana de Venezuela y al Encuentro de Juventudes Progresistas Armenias en Francia, pero los ejemplos señalados creo que bastan para tomar noción verdadera de lo que somos y lo que generamos, a pesar de los muchos escollos que se cruzaron en nuestro camino.
Y es aquí donde quería llegar. Somos lo que somos y generamos lo que generamos, porque mantenemos los mismos ideales que aquellos visionarios de principios de si-glo; porque a pesar de los años, seguimos luchando por aquellos derechos por los cua-les también lucharon ellos; porque no hubo vendaval neo-liberal ni reformista que pudiera con nuestra terquedad militante y nuestras convicciones a prueba de engaños.
Compañeros y amigos, sostener una organización comunitaria o social -cualquiera sea su función- es algo meritorio. Pero haberla mantenido de pie, con los mismos ideales y en constante crecimiento a lo largo de las décadas es algo que sólo pueden lograr aquellos quienes somos capaces de templar el acero, aquellos quienes seguimos convencidos que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y aquí, en la Unión Cultural Armenia, seguimos proponiéndonos y superando desafíos, seguimos derribando muros y soñando y luchando por el nuevo mundo.
En definitiva, y para despedirme queridos compañeros, seguimos aportando nuestro pequeño granito de arena en la construcción del hombre nuevo, hacedor de la nueva sociedad.

martes, 19 de febrero de 2008

SEGUNDA ENTREGA DE LAS MENCIONES "ARTURO KOUYOUMDZIAN"

El lunes 29 de Octubre de 2007, en la Casa de la Cultural Armenia y organizado por la Unión Cultural Armenia, se llevó a cabo la Segunda Ceremonia de Entrega de las Menciones ARTURO KOUYOUMDZIAN a destacas personalidades del arte y la cultura.
Fueron aproximadamente 200 las personas que colmaron y desbordaron la capacidad de la sala, entre ellas representantes de casi todas las instituciones comunitarias: Ricardo Haladjian, Daniel Vaneskeheian y Jorge Daghavarian de la UGAB; Varti Manukian y Juan Sarrafian de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia; Prof. Samo Sarkissian, de la UCA Sharyum; Esc. Gregorio Hairabedian, de la Fundación Luisa Hairabedian; Arto Kalciyan, de la Cámara Armenio Argentina e integrante del Coro ARAX, junto a varios otros coreutas; Gara Topalian, José Dokmekdjian y Gabriel Sivinian, del Centro de Estudios Dikrán Assadourian; Issac Nikoghossian, de la Asamblea Nacional Armenia; Martín Oundjian y Ricardo Chakerian, del Colegio Armenio Arzruní; Sergio Zacarian y Juan Kapelian, de Hadjin; Ricardo Sarafian, de Marash; los músicos Edgardo Sarian y Gaguik Gasparian; la compositora Turvanda Kirbeyikian de Haitayán; el escritor Rupén Berberian; docentes de destacada y dilata trayectoria en los distintos establecimientos educativos como Brisa Kalaidjian, Hilda Aschian, Sara Santourian, Ester Tarpinian, Ani Moushian y Bedrós Hadjian.
A las 21 horas, el joven Iván Bisceglia Lomlomdjian, que oficio como Maestro de Ceremonia, dio por iniciado el acto dándole la bienvenida a los presentes, puntualizando las razones de la entrega de estas Menciones y recordando los nombres de quienes fueron los acreedores de la misma durante la Primera Ceremonia.
Seguidamente, hizo uso de la palabra el Presidente de la Unión Cultural Armenia, compañero Adrián Lomlomdjian, quien manifestó su enorme alegría de ver el salón desbordado, ya que ello demuestra lo acertado de la decisión tomada por la institución: perpetuar el nombre de «La Voz», Arturo Kouyoumdzian, y homenajear a quienes han dado y siguen dando lo mejor de sus vidas al mantenimiento y desarrollo de las distintas facetas de nuestra milenaria cultura. El compañero Lomlomdjian agradeció públicamente a los homenajeados el permitir que la UCA les haga entrega de la Mención y subrayó que en esta oportunidad, y sin temor a equivocarse, podía asegurar que este homenaje es en nombre de todos y que la institución estaba representando al resto de las instituciones comunitarias en el reconocimiento público a este grupo de artistas y militantes de la cultura.
A continuación, y luego de que Iván Bisceglia Lomlomdjian presentara a los homenajeados a través de las lectura de lo más sobresaliente de sus actividades, fueron recibiendo las Menciones Arturo Kouyoumdzian la actriz SILVIA KALFAYAN; la profesora REINA KALAIDJIAN; el músico NUBAR BARSAMIAN; la profesora ROSITA YOUSSEFIAN; el Maestro JEAN ALMOUHIAN; el artista plástico SARKIS ASCHIAN y la coreógrafa y directora del Conjunto KAIANE, compañera Profesora ALICIA ANTREASSIAN.
La emoción embargó a cada uno de los presentes a medida de que los homenajeados iban siendo presentados y recibían la plaqueta de manos de miembros de la Unión Cultural Armenia: Antonio Haitayán y Neshán Ichkhanian a Silvia Kalfayán; Pablo Kouyoumdzian y Vale-ria Antreassian a Reina Kalaidjian; Juan Sivinian, Jorge Carlos Menechian y Edgardo Sarian (invitado) a Nubar Barsamian; Adriana Kasbarian y Juan Dimijian a Jean Almouhian; Armén Terzian y Adrián Lomlomdjian a Rosita Youssefian; Natalia Demirdjian y Mario Dimijian a Sar-kís Aschian; Daniela Reinone y Adrián Lomlomdjian a Alicia Antreassian.
Ellos, los actores principales de la velada, dirigieron sus mensajes a los presentes agradeciendo, ante todo, a la Unión Cultural Armenia por esta importante iniciativa y por haberlos elegido. También, valoraron altamente que la mención lleve el nombre de «La Voz», Arturo Kouyoumdzian. Cada uno, asu manera, habló de los temas que los preocuparon y siguen preocupando y, los que sin lugar a dudas, ocupan también la atención de los asistentes.
Así, envueltos en una profunda y sincera emoción, los presentes saludaron a cada uno de los homenajeados durante el vino de honor servido una vez finalizada la ceremonia de entrega.
Antes, el compañero Juan Dimijian, Presidente Honorario de la UCA, interiorizó a todos acerca de las obras de refacción que se llevan adelante en la nueva sede de la institución y los invitó a seguir acompañando en las diversas actividades que desarrolla la UCA.

lunes, 7 de mayo de 2007

BAILE DE DISFRACES

El sábado 8 de Diciembre de 2007, a partir de las 22 horas y hasta pasadas las 5 de la mañana del domingo, la Casa de la Cultura Armenia se transformó en un ambiente desbordante de alegría, ya que los muchos que eligieron estar presentes en el «Baile de Disfraces» organizado por la Juventud de la Unión Cultural Armenia (JUCA), lo hicieron convencidos de pasar una noche rodeados de compañeros y compañeros dispuestos a hacer de la diversión su común denominador.
A través de esta sucesión de fotos les hacemos llegar «una pequeña dósis» de la inmensa alegría que compartimos quienes estuvimos presentes en este nuevo encuentro familiar organizado en la Casa de la Cultura.
Desde la increíble recepción que los integrantes de JUCA brindaban a cada uno de los invitados hasta un rápido pantallazo de los presentes. Esto es lo que mostraremos a través de las fotos. Niños, jóvenes, adultos y veteranos compañeros JUNTOS, como es nuestra sana costumbre militante.
Ah... El valor de la entrada consistia en útiles escolares, y todo lo colectado será entregado a las Madres de Plaza de Mayo, que se encargarán de distribuirlos allí donde sean necesarios.