domingo, 30 de noviembre de 2008

LA COLECTIVIDAD ARMENIA DE BUENOS AIRES SE MOVILIZÓ RECORDANDO Y RECLAMANDO

El jueves 24 de Abril de 2008 la colectividad armenia de Buenos Aires organizó, de manera unitaria, los actos conmemorativos centrales del 93 Aniversario del Genocidio de Armenios, planificado y perpetrado por las autoridades del Imperio Otomano y continuada a través de las décadas por la política negacionista y tergiversadora de la realidad de las sucesivas autoridades de Turquía.
A las 9 hs., en la Catedral Armenia San Gregorio el Iluminador, el Arzobispo Kissag Mouradian, Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, ofició la misa de recordación de las víctimas del genocidio. Posteriormente, dirigentes de las instituciones armenias colocaron una ofrenda floral en el Monumento a los Mártires Abrileanos, erigido en el jardín de entrada de la Catedral.
A las 11.30 horas, la Catedral Metropolitana estaba colmada y dio comienzo el oficio religioso a cargo del Arzobispo Kissag Mouradian y los padres Ieghishé, Mesrob y Mashdots de la Iglesia Apostólica Armenia; y de Monseñor Vartán Boghossian y el Vartabed Pablo Hekimian de la Iglesia Católica Armenia. También se ubicaron en el altar los pastores Daniel Yelanguezian, Juan Ekizian, Jorge Kevorkian y Julio Kaukian; el Obispo Auxiliar Monseñor Benítez de Astul y Monseñor Villa.
Durante el responso se recordó a todas las personas que cayeron como consecuencia de la violencia generada por el propio hombre y se honró la memoria del millón y medio de víctimas del genocidio de armenios.
Finalizada la misa se dirigió a los presentes el Subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Helio Rebot, quien entre otras cosas puntualizó: «A casi un siglo de ocurrido este genocidio, ese crimen de lesa humanidad continúa sin ser reconocido por el gobierno turco. Sin embargo, la humanidad toda sabe que hasta que llegue ese día, esta demanda no tendrá descanso».
Siendo las 12.30 horas la multitud abandonó la Catedral Metropolitana, se encolumnó sobre la diagonal Pte. Roque Sáenz Peña y comenzó la Marcha de silencio por la calle Florida hacia la Plaza General San Martín, donde se llevaría a cabo el acto central.
Aproximadamente 2.000 personas, entre ellos alumnos, docentes y directivos de todos lo establecimientos escolares armenios, avanzaron encabezadas por el Arzobispo Kissag Mouradian, el Embajador de Armenia, Vladimir Karmirshalian, y dirigentes de todas las instituciones comunitarias. Delante de ellos, un cartel que decía: «1.500.000 de armenios masacrados por Turquía-Genocidio-Exigimos Justicia-Comunidad Armenia de la República Argentina».
Mientras se avanzaba por la arteria peatonal alumnos de las escuelas armenias repartían entre los peatones un volante único elaborado por ellos mismos, que sirvió para que todos se interiorizaran de los motivos de la marcha y del reclamo.
En la Plaza San Martín, los presentes rodearon el Monumento al Libertador por detrás del cordón formado por las integrantes de los 3 grupos scouts armenios (Ararat, San Vartán y Antranig).
Ofició como conductora Laura Yorghandjian, quien luego de pronunciar las palabras de bienvenida, invitó a los presentes a entonar las estrofas de los Himnos Nacionales de Argentina y Armenia. Acto seguido, hizo lectura de la declaración pública suscripta por todas las entidades de la comunidad.
A continuación, el Embajador de la República de Armenia, Vladimir Karmirshalian, acompañado por el Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, Arzobispo Kissag Mouradian, y por Monseñor Vartán Boghossian, de la Iglesia Católica Armenia, avanzaron por el pasillo formado por los scout hacia el Monumento al Libertador General José de San Martín, donde colocaron una ofrenda floral mientras los granaderos efectuaban el toque de clarín y los presentes guardaban un minuto de silencio.
El Embajador Karmirshalian realizó el mesaje de apertura del acto y entre los importantes conceptos vertidos, destacó: «...Turquía no puede seguir siendo prácticamente el único país que no quire reconociliarse con su pasado y sigue negando como política de estado los hechos aberrantes protagonizados por regímenes abyectos, que han sido condenados por la opinión pública mundial. Los armenios constituían una de las minorías más grandes del Imperio Otomano. ¿Qué pasó con ellos? ¿Ocurrió algo terrible, o nuestros abuelos y abuelas coincidieron en crear historias imaginarias? ¿Dónde están los descendientes de los armenios que construyeron centenares de iglesias y monasterios, cuyas ruinas aún están en Turquía y todas aquellas de las que ya no quedan ni rastros, salvo en los libros y los testimonios de la época? ¿Los relatos del Embajador Henry Morgenthau son simplemente una mentira? ¿Por qué se convocó a un tribunal militar al final de la Primera Guerra Mundial, que juzgó y halló culpables a los dirigentes de la Turquía Otomana de ordenar la ejecución masiva de los armenios? ¿Cómo pueden explicarse miles y miles de hojas en los anales oficiales de una docena de países que documentaron los planes de exterminio de la población armenia del Imperio Otomano?».
Posteriormente, el diplomático armenio subrayó la permanente solidaridad y adhesión manifestadas por el pueblo y las autoridades nacionales a lo largo de las décadas para con los reclamos del pueblo armenio, recordó las recientes leyes y las numerosas resoluciones y declaraciones aprobadas, y expresó el eterno agradecimiento del pueblo armenio para con la Argentina y los argentinos.
A continuación se dirigió a los presentes el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Dr. Luis Eduardo Duhalde (foto).
Cerró la lista de oradores el actual Auditor General de la Nación, Dr. Leandro Despouy, un destacado jurista y defensor de los derechos humanos, consultor de Naciones Unidas y persona íntimamente ligado a la actividad por el reconocimiento del Genocidio de Armenios, ya que participó en la histórica sesión de la Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU cuando se decidió calificar como GENOCIDIO la matanza masiva de armenios en el Imperio Otomano.
Entre otras cosas, el Dr. Despouy señaló: «...Tuve el privilegio de participar en esas secuencias tormentosas de la vida internacional donde por primera vez la palabra armenio pudo ir acompañada de la palabra genocidio. Hoy, después de una sucesión de reconocimientos, entre los cuales se incluye nuestro país, que ha hecho una política de estado del tema del reconocimiento del genocidio, nosotros queremos decirles que también su valentía, también su constancia nos ha servido a nosotros, los argentinos, para asumir con valentía la reconstrucción de la verdad y para no sepultar en el pasado los momentos traumáticos y aberrantes de nuestra sociedad...».
El cierrre del acto correspondió al Arzobispo Kissag Mouradian y a Monseñor Vartán Boghossian, quienes invitaron a los presentes a rezar el hair mer.